En el asilo donde trabaja mi hermana mayor había un anciano llamado Franklin, quien solía ser un hombre muy inapropiado, al punto de que si hubiera llegado a hacer algo a una de sus nietas, su familia no sabía qué hacer con él porque no querían denunciarlo. Entonces, decidieron ingresarlo en un asilo. Con las trabajadoras del asilo también llegó a comportarse de manera desagradable. A pesar de eso, sus hijas estúpidas aún lo visitan